Tu contribución en la evolución del planeta
Comunicación realizada
el 05/03/2020 (extracto textual de la sesión completa)
Contenidos:
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Queda
mucho tiempo de evolución.
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El
cambio al mundo regenerador, que vosotros lo vais a empezar a ver antes de
trascender y desencarnar.
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Empujará
a otros por vuestro apostolado en el ejemplo.
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Convertid
todo en amor, y eso os inundará de felicidad.
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Estar
en el camino del Padre es sentirse feliz, pese a las desgracias.
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El
cambio que supone el desarrollo a través de la doctrina del espiritismo no
tiene aproximación en otro sitio.
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Los
Hermanos de Luz estamos por todo el mundo transmitiendo las enseñanzas.
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Recibiréis
múltiples apoyos de muchos hermanos, encarnados y espirituales.
Aunque queda mucho tiempo de
evolución[1],
el cambio al mundo regenerador que vais a recibir, que vosotros lo vais a
empezar a ver antes de trascender y desencarnar, ese cambio os va a llenar
vuestro corazón de una emoción irrefrenable, que empujará a otros por vuestro
apostolado en el ejemplo.
Pero no tengáis prisa. Vivid la
vida. Convertid todo en amor, y eso os inundará de felicidad, porque estar en
el camino del Padre es sentirse feliz, pese a las desgracias, pese a los
obstáculos, y sentiréis la felicidad que tiene el que conoce, porque el cambio
que supone el desarrollo a través de la doctrina del espiritismo no tiene
aproximación en otro sitio. El espiritismo, en este mundo, no tiene nada que se
le parezca. No existe una doctrina parecida que pueda llegar a confluir y
unificarse posteriormente. Porque los Hermanos de Luz estamos por todo el mundo
transmitiendo las enseñanzas, y todos saben cómo se llaman. Manteneos en esta
línea, porque conoceréis vuestro destino y recibiréis múltiples apoyos de
muchos hermanos, que van a satisfacer vuestras emociones más limpias en el
progreso personal de vuestra vida.
-
¿Estos
hermanos, son encarnados o espirituales?
De los dos.
[1]
Aun cuando no pueda hacerse una clasificación absoluta de los mundos, sin
embargo, se hace atendido su estado y su destino y basándose en sus grados más
marcados, dividiéndolos de un modo general como sigue, a saber: mundos
primitivos, afectos a las primeras encarnaciones del alma humana; mundos de
expiación y pruebas, en donde el mal domina; mundos regeneradores, en donde las
almas que aún tienen que expiar adquieren nueva fuerza, descansando de las
fatigas de la lucha; mundos felices, en donde el bien sobrepuja al mal; mundos
celestes o divinos, morada de los Espíritus purificados, en donde el bien reina
sin mezcla alguna. La tierra pertenece a la categoría de los mundos de
expiación y de pruebas, por esto el hombre está en ella sujeto a tantas miserias”
(El Evangelio según el
Espiritismo, cap III.4).
Más información:
Si los humanos pensáramos más en el amor y la compasión; la vida en la Tierra iría mejor
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