Desobsesión
Comunicación
recibida el 20/07/2020 (extracto textual de la sesión completa)
Contenidos:
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Cuando una persona dice que está
obsesionada por un espíritu.
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Sobre quién actuar.
-
Lo que hacen los espíritus.
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La vibración que produce la persona
obsesada.
-
Contactar con la partícula espiritual
de Dios que habita en nosotros.
-
El método que os estamos transmitiendo
constantemente.
-
Cuando una persona obsesada es
consciente de esta enseñanza.
-
No existe ningún ser espiritual de
rango inferior que pueda afectar a un ser espiritual de rango superior.
-
Desarrollaos en el camino que ha
marcado el Padre Eterno para vuestra evolución, y no existirá nada que os
detenga.
- ¿Qué consejos darías para poder salir
del estado de que haya un espíritu obsesor?
Cuando
una persona dice que está obsesionada por un espíritu, está demostrando que no
entiende la realidad, porque pretende dejar la responsabilidad de su situación
en algo externo. Es lo mismo que una persona que sea ludópata, y le echa la
culpa a las máquinas tragaperras. Cuando una persona se siente obsesada por
algún espíritu, en muchos casos es una forma que pretende utilizar para poder
expresar unas malas acciones que cree que hace de forma involuntaria, unos
pensamientos y unos sentimientos que cree que le surgen de forma no
premeditada. Y puede ser así. Puede ser que haya un espíritu o varios que estén
intentando obsesionar a esa persona, pero no hay que actuar sobre los
espíritus, porque los espíritus, lo que hacen, es entrar en la vibración que
genera esa persona. Y, como consecuencia de ello, de la vibración que produce
esa persona se traduce en las consecuencias que sufre.
En
lo que tiene que centrarse una persona obsesionada es en sus pensamientos, en
sus sentimientos y en sus actos, exactamente igual que cualquier otro ser. A
través de la oración conseguimos la introspección. Conseguimos, o intentamos,
contactar con la partícula espiritual de Dios que habita en nosotros, y
buscamos desarrollar ese contacto para poder recibir las influencias positivas
de nuestro yo superior, que se aloja dentro de nosotros.
Todos
tenemos una partícula vibratoria de alto nivel. Todos. Solo es cuestión de
poder hacerla salir, para que, como dijo el Maestro Jesús, pueda brillar esa
luz, no dejándola oculta, sino poniéndola en un sitio bien visible [ver
Evangelio según San Lucas, 11,33]. Y el sitio bien visible son los actos que
hacemos en cada momento de nuestra vida. Si estos actos siguen la guía de la
partícula divina que se aloja en nosotros, estamos expresando, de una forma práctica,
el ejemplo de estas enseñanzas. Es el método que os estamos transmitiendo
constantemente, para poder divulgar el camino del Padre a toda criatura, tanto
encarnados como desencarnados. Y cuando una persona obsesada es consciente de
esta enseñanza, cuando es capaz de profundizar y, sobre todo, de comprender de
forma cierta, con fe, que esa partícula habita dentro de ella, le estará dando
la oportunidad de poder expresarse a nivel interno y a nivel externo,
aumentando su nivel vibracional y logrando cambiar de forma absoluta su
realidad.
Pero
cada cual tiene que llevar su propia cruz [Evangelio según San Mateo, 10,38],
cada cual tiene que aprender sus propias lecciones. Es esencial seguir los
pasos que la vida nos marca, manteniendo siempre la atención en lo que
realmente buscamos en cada momento. Centrarnos en el presente sin olvidar la
dirección hacia donde queremos guiar nuestra infinita vida. Eso nos permite
entender cómo crear felicidad en cada momento, porque la felicidad es
consecuencia, absoluta y directa, de marchar en el camino del Padre y, por
tanto, una persona que esté obsesionada, en el momento en que es capaz de
comprenderlo, asume la responsabilidad, en vez de seguir siendo una víctima de
sí misma. Porque todos tenemos la libertad de elegir, y no existe ningún ser
espiritual de rango inferior que pueda afectar a un ser espiritual, encarnado o
no encarnado, de rango superior.
Por
eso es tan importante entender que el camino de Dios es un camino de fe, de
confianza, porque esa confianza se traduce en actos, pero también y, sobre
todo, comienza traduciéndose en actitud, de tal modo que no existe ninguna
creación propia que nos resulte limitante. Nuestros pensamientos se revisten de
alegría, de decisión, como consecuencia de esa confianza. Y nos convertimos en
niños, porque nos hacemos absolutamente confiados en la tremenda, infinita
energía eterna del Padre. Y entrando por ese canal, nuestra vibración, nuestra
frecuencia, solamente conecta con seres espirituales y materiales más elevados.
Porque con los seres materiales ocurre exactamente lo mismo que con los seres
espirituales. Solamente podéis conectar correctamente con los que estén muy
próximos a vuestro nivel vibratorio.
Por
eso, desarrollaos en el camino que ha marcado el Padre Eterno para vuestra
evolución, y no existirá nada que os detenga.
Más
información:
Excelente la información gracias por compartir
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