Entendiendo la vida

Comunicación realizada el 10/08/2020 (extracto textual de la sesión completa)

Contenidos:

-         El Padre Eterno nunca nos abandona.

-         Una encarnación es como quien mira una flor solo a través de un trozo de su tallo.

-         La vida física debéis amarla.

-         Las necesidades que se producen durante vuestra fase de encarnación.

-         La parte esencial.

-         Tenéis la posibilidad de ser la mano de Dios en el mundo.

-         Sois insignificantes, como una gota de agua en el mar.

-         El camino de la felicidad.

El Padre Eterno nunca os abandona, nunca nos abandona. Si observáis la vida, una encarnación es como quien mira una flor solo a través de un trozo de su tallo. No puede llegar a entender la flor completa. La vida física debéis amarla, porque así os la ha entregado Dios, pero solamente es un vestido que lleváis durante un tiempo. Y todas las necesidades que se producen durante vuestra fase de encarnación, debéis satisfacerlas con vuestro esfuerzo y vuestra inteligencia. Pero eso solamente es una de las partes que forman el conjunto de vuestra vida. Y la parte esencial es el progreso en la iluminación, el aprendizaje. Porque a través de todo este proceso, estáis adquiriendo cada vez mayor fuerza espiritual e intelectual. Y eso os potencia para poder cumplir, de un modo más eficiente, la voluntad de Dios a través de vuestros actos.

Que el amor de Dios siga brillando en vuestros corazones. Con toda la humildad, debéis entender que tenéis la posibilidad de ser vehículos, para ser la mano de Dios en el mundo. No podéis sentiros importantes por ello, porque es Dios el que habla y actúa a través de vosotros. Y sois insignificantes, como una gota de agua en el mar, pero esa gota de agua es la que hace que el mar exista, porque cumple con la función para la que está concebida. Y si seguís el camino del Padre, entráis automáticamente en el camino de la felicidad. Sed felices, por tanto, como consecuencia de todos los procesos, de todas las decisiones, de todos los pensamientos, sentimientos y actos, que formen parte de vuestra vida.

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