Insistir en las peticiones
Comentarios personales del canalizador, con influencia de los Hermanos Espirituales del 02/10/2020
Contenidos:
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El
desarrollo de la atención y la sensibilidad.
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El progreso en
evolución de conocimientos.
-
Recepción de
mensajes intuitivos.
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Las
peticiones que siempre son atendidas.
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Percibir la
respuesta.
-
Ojos abiertos
y luces largas.
-
Si una
petición no llega.
-
Todo en la
vida tiene su proceso.
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Actuar para
que las peticiones se lleven a cabo.
-
La insistencia
y el compromiso.
-
Las
peticiones alineadas con la voluntad del Padre.
-
La humildad
y la confianza en la voluntad de Dios.
-
La convicción
de que la justicia divina debería atender con toda claridad las peticiones
formuladas.
Cuando nuestra atención y
nuestra sensibilidad no están suficientemente desarrolladas, determinadas
realidades que surgen a nuestro alrededor no son percibidas. Cuando nuestro
progreso en comprensión, en evolución de conocimientos, no está desarrollado,
no somos capaces de comprender los mensajes que nos llegan.
Un mensaje intuitivo que pueda
perfeccionar un proceso médico solamente podrá recibirlo alguien que tenga las
capacidades necesarias para poder comprenderlo. Una persona ignorante en temas
de medicina, aunque fuese un músico excepcional, por ejemplo, no podría hacer
nada con esa enseñanza y, por lo tanto, a él no le llega.
Pero cuando necesitamos
realmente algo, cuando lo pedimos con total convicción, y el resultado de esa
petición redundará claramente en el bien y en el progreso propio y en el de los
demás, esas peticiones siempre son atendidas. Si no hemos sido conscientes, no
nos habremos enterado de cuando llega la respuesta. Por eso es tan importante
el concepto de tener los ojos bien abiertos y las luces bien largas, para poder
captar en la vida todas las enseñanzas que podamos recibir.
Y si vemos que una petición no
llega, debemos insistir, pero también debemos analizar si realmente es sabio
que esa petición nos sea concedida. Porque todo en la vida tiene su proceso, y
es necesario seguir las pautas que nos permitan alcanzar las metas. Si no se
abona la tierra, si no se echan las semillas y se riega convenientemente, no
podrán crecer los frutos. Hay que actuar para que las peticiones se lleven a
cabo. Y a través de la insistencia, pero, sobre todo, a través del compromiso
para que ello se produzca, podremos ir observando cómo la vida nos enseña a dar
consecución a todas aquellas peticiones que estén alineadas con la voluntad del
Padre, y a comprender que las que no cumplen este requisito, todavía no es el
momento de que se produzcan.
Pero es necesario mantener la
humildad y la confianza en la voluntad de Dios y saber cuándo es necesario a su
vez que nuestras peticiones no deben ser respondidas, porque si mantenemos la
convicción de que la justicia divina debería atender con toda claridad estas
peticiones formuladas, deberemos replantear nuestras acciones, intensificarlas,
para que puedan llevarse a cabo.
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