Cuando se nos presentan pruebas que nos creemos incapaces de superar
Comunicación recibida el 09/12/2020 (extracto textual de la sesión completa)
Contenidos:
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Lo que ocurre en el momento en que
confiéis en Dios.
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Cómo se supera una prueba.
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Entender el reto diario en cada uno de
los momentos de la vida cotidiana.
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Cambiar el escenario de la vida de un
modo transcendental.
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Anular cualquier tipo de fricción y
actitud reactiva.
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Cambiar el modo de relacionarnos con
las personas.
-
Dejar de crear conflictos en nuestro
interior.
-
Si observamos la realidad de un modo
amoroso.
- ¿Por qué hay veces que se nos presentan
pruebas que nos creemos incapaces de superar?
Porque
os falta fe. En el momento en que confiéis en Dios entenderéis que todas las
pruebas que os llegan estáis en condiciones de poder superarlas. Pero es cierto
que muchas veces no entendéis cómo se supera una prueba. Superar una prueba
consiste en entender la carga de amor que podéis emplear para mejorar vuestra
vida a través de esa experiencia. Pero muchas veces os centráis en conseguir lo
que en el plano carnal se denomina “éxito”, y ese es un error de concepto que
os hace entender mal el modo de afrontar cada experiencia.
Pensad
en el amor, cómo aplicar la Ley del Amor, y entenderéis el reto diario en cada
uno de los momentos de la vida cotidiana. Fijaos hasta qué punto es importante,
porque en muy poco tiempo, cuando se desarrolla la atención suficiente, se
puede cambiar el escenario de la vida de un modo transcendental, porque si el
amor se expresa en cada momento, dejará de haber cualquier tipo de fricción, no
habrá ninguna actitud reactiva, todos los problemas se solucionarán a través de
preguntas, sin ningún reproche[1]. Nunca se interpretará la información, solo
se observarán los hechos, no se hará interpretación de qué es lo que podría
estar pensando, o cuál sería la intención de la otra persona, solamente hay que
centrarse en los hechos, en las palabras, y si se produce una duda entre lo que
dicen y el tono de la voz, los gestos, etc., es necesario preguntar para poder
comprender las palabras.
Con
esta actitud cambia absolutamente el modo de relacionarnos con las personas,
porque, automáticamente, dejamos de crear conflictos en nuestro interior, como
consecuencia de las interpretaciones que hacemos de la realidad, a la que
añadimos nuestros propios prejuicios. Y si observamos la realidad de un modo
amoroso, siempre tendremos la oportunidad de poder actuar en mayor o menor
medida para convertir esa realidad en algo donde haya un poco más de amor.
[1]
Nota del canalizador: esto me recuerda el excelente método de “comunicación no
violenta” (https://psicologiaymente.com/social/comunicacion-no-violenta).
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