La oración de ayuda a otras personas
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Crome
Comunicación
recibida el 09/01/2021 (extracto textual de la sesión completa)
Contenidos:
-
La
transmisión de buenos sentimientos.
-
Qué es la
oración.
-
Requisitos
de la oración.
-
Entender los
sucesos de la vida.
-
La oración
no cambia las realidades.
-
Lo necesario
para que se produzca el efecto.
-
Otras formas
adicionales de inducir.
Toda transmisión de buenos
sentimientos contribuye a dar oportunidades a toda persona que se encuentra
desfallecida, baja de ánimos, enferma, abatida. Como ya os hemos dicho otras
veces, la oración es una comunicación que va de sentimiento a sentimiento. Se podría
expresar como que va “de corazón a corazón”, porque lo que hacemos es
transmitir nuestras mejores intenciones hacia esa persona, solicitando ayuda,
no para nosotros, sino para la persona necesitada.
La oración no tiene que ser
larga, ni tiene porqué contener palabras. Solamente hace falta tener la
intención, concentrarse en la intención de transmitir lo mejor de nosotros para
intentar complementar lo que le falta a esa persona.
Pero hay que entender que nadie
sufre ningún percance si no es a través de la voluntad de Dios, y que todos los
sucesos de la vida son oportunidades que tenemos para poder reconducir nuestra
actuación para poder cambiar nuestro camino. Y la oración que otros hacen en
base a las necesidades propias nos facilitan este descubrimiento, para hacernos
conscientes más rápidamente de que necesitamos cambiar en nuestra existencia.
Así, la oración no cambia las
realidades, pero puede ayudar a cambiar las actitudes, y eso sí que cambia las
realidades. Para que se produzca el efecto deseado es necesario, sobre todo,
que la intención esté plenamente enfocada hacia la persona a la que le enviamos
esta información de sabiduría. Es el único requisito.
Una vez que hemos hecho esto,
también se puede inducir a la persona a través de nuestra conversación, pero
nunca imponer. Las palabras de ánimo, aquellas que transmiten las realidades
que ya conocemos de las capacidades de esas personas a las que apoyamos, y la
energía que recuerdan que tienen en su interior, todos los impulsos que podamos
dar a esa persona para animarla a que ponga en funcionamiento todas las
capacidades que siempre ha tenido disponibles. A través de todas estas palabras
se le puede inducir a que pueda cambiar su actitud de un modo positivo, incluso
que pueda estar dispuesta a solicitar la ayuda espiritual que necesita.
Por tanto, las oraciones que
podemos hacer por las personas que se sienten desamparadas, que están enfermas,
que pasan por una época especialmente dolorosa, por todas aquellas que están
sufriendo, nuestras palabras solo son el impulso que ellos, si lo desean,
pueden aprovechar. Es la función que tiene la oración de ayuda a otras
personas.
Más
información:
Enseñanzas
sobre la oración (PDF)
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