Las cosas “malas” también son de acuerdo a la voluntad de Dios
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Crome
Comunicación
recibida el 28/12/2020 (extracto textual de la sesión completa)
Contenidos:
-
La ignorancia
del camino de Dios.
-
El proceso para
llegar al camino de la bondad.
-
El concepto relativo
de “bien” y de “mal”.
-
Logrando proceso
evolutivo.
-
La sabiduría
de Dios autoriza que se produzcan esas realidades.
-
Ignorancia absoluta
o mal absoluto.
-
El concepto del
progreso del ser humano a lo largo de toda la creación.
-
El ritmo de progreso
del ser humano.
-
Cuando se cambia
el concepto de “mal” por el de “ignorancia”.
-
La Ley de Dios
asocia el sufrimiento a la ignorancia.
-
Efectos del sufrimiento.
-
El camino que
nos marca Dios es un camino claro.
-
La diferencia
entre satisfacción temporal y mundana, y la felicidad verdadera.
En relación con la realidad de Dios,
en el apartado de sabiduría, podríamos entender que, si toda la creación es obra
de Dios, todo lo que sucede es de acuerdo a su voluntad.
- ¿Las cosas malas también?
Lo que llamas “malo” forma parte
de la ignorancia del camino de Dios. Es necesario pasar por allí para poder llegar
a la bondad, al camino de la bondad. Pero si puedes admitir las múltiples existencias,
probablemente podrás entender que tu concepto de “bien” y de “mal” en el momento
actual, seguro que era muy diferente hace muchas existencias. Porque hace miles
de años se admitían muchas cuestiones como normales, como “buenas”, y que ahora
se consideran deplorables. Y si en aquél momento tú estabas encarnada, lo más habitual
sería que formases parte de las personas que estaban actuado de esa forma que ahora
puedes ver tan deplorable, pero que entonces se consideraba “normal”.
Ese proceso evolutivo lo has logrado
porque has ido aprendiendo a lo largo de las diversas existencias. Y ese aprendizaje,
esa evolución, te ha dado el derecho y la gracia de Dios, de poder haberte encarnado
en este momento, para poder poner en práctica los conocimientos adquiridos previamente.
Y todo ese proceso evolutivo permite entender que la sabiduría de Dios autoriza
que se produzcan esas realidades de progresivo nivel de aprendizaje, comenzando
desde la ignorancia absoluta, y que se podría expresar, aunque de forma incorrecta,
como “mal absoluto”, porque realmente el mal es como la oscuridad, solamente es
ausencia de luz, y el mal es ausencia de bondad. Y donde crece la luz y la bondad,
la oscuridad y el mal desaparecen.
Ese es el concepto del progreso
del ser humano a lo largo de toda la creación. Es importante entender que el libre
albedrío le da total libertad a todos los seres humanos para poder avanzar en el
camino de Dios al ritmo que ellos deseen. Dios es absoluto e infinito, y el hecho
de tener que pasar por una vida o por mil vidas, para poder superar determinados
niveles de ignorancia, no deja de ser un concepto que solamente nos afecta a los
seres evolutivos, pero que no le afecta en absoluto a Dios.
Y cuando se cambia el concepto de
“mal” por el de “ignorancia”, nuestra actitud compasiva empieza a echar raíces verdaderas,
porque en ningún momento la ignorancia la podemos rechazar. No podemos sentirnos
ofendidos por la ignorancia. Solamente podemos sentir compasión, tender la mano
y hacer lo posible por sacar de la ignorancia, o más bien, por ofrecer la posibilidad
de salir de la ignorancia, a todos los hermanos que se encuentren en esa situación.
Pero la Ley de Dios asocia a la
ignorancia también el sufrimiento, y cuanta más ignorancia, mayor sufrimiento hay.
Y ese sufrimiento es una excelente forma de poder cambiar la actitud, porque cuando
se llega al nivel máximo de saturación del sufrimiento, esa alma decide que ya no
quiere sufrir más, y en ese momento toma la decisión de cambiar el rumbo de su vida,
cambiar la actitud, y empezar a avanzar en un camino diferente. Desde el momento
en que se cambia a la dirección correcta se observan resultados agradables, por
lo cual, el camino que nos marca Dios es un camino claro.
Pero hay que entender la diferencia
entre satisfacción temporal y mundana, y la felicidad verdadera. Y cuando se entiende
esta diferencia, se está en condiciones de poder observar la vida desde un punto
de vista muchísimo más abierto, para ser capaces de aprovechar cada una de las lecciones
que la vida nos aporta.
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