¿En qué medida pueden influirnos los espíritus?
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Crome
Comunicación
recibida el 04/05/2021 (extracto
textual de la sesión completa)
- ¿En qué medida pueden influirnos los
espíritus, ya sean bajos o elevados?
La influencia que puede ejercer
cualquier ser, tanto encarnado como desencarnado sobre nosotros, está basado en
nuestra atención y nuestra voluntad. Cuando nuestra atención es baja[1], en
nuestro plano subconsciente se introduce mucha información, ya sea positiva o
negativa, de acuerdo al entorno físico y espiritual que nos rodee. Por eso, en
estos casos, la influencia de los espíritus y de los pensamientos de hermanos
encarnados, ya sean elevados o no, pueden influir de un modo muy importante.
Según evolucionamos en el
desarrollo de nuestra CONSCIENCIA[2] tenemos más capacidad para poder controlar
la selección de información que entra en nuestra realidad, somos capaces de elegir
de un modo mucho más eficiente. Y si nuestra CONCIENCIA nos permite discriminar
entre lo bueno y lo malo, desecharemos lo malo y admitiremos lo bueno.
Pero esto es un proceso que va
evolucionando constantemente. La práctica nos permitirá incrementar
paulatinamente estas capacidades de discernimiento para poder captar de forma
voluntaria la información que nos permita avanzar en el camino del Padre
Eterno. Y según aumenta nuestra CONSCIENCIA, cada vez seremos más impermeables
ante los malos pensamientos, las malas influencias, las malas vibraciones,
hasta que llega un momento en el que no somos capaces ni siquiera de captarlas,
porque quedan fuera de nuestra esfera de influencia, de nuestro nivel
vibracional, porque nos hemos elevado, y esas otras vibraciones ya ni siquiera
las captamos ni nos afectan.
Pero este proceso, a nivel
práctico, se traduce en estar atento, CONSCIENTE, de acuerdo con el
cumplimiento de la Ley de Dios a través del amor en todos y cada uno de los
momentos de nuestra experiencia, tanto física, como mental y emocional. En todo
proceso en el que exista poder de discernimiento tenéis la oportunidad de poder
elegir si seguís la Ley de Dios, la Ley del Amor, u os alejáis de ella.
[1] Nota del canalizador:
ejemplos de ello pueden ser bajo nivel de atención consciente, es decir, vivir
despistado y ausente de la realidad, alteración de la consciencia como
consecuencia de sustancias, como alcohol, drogas, etc., bajo nivel de atención
consciente provocado por situaciones estresantes, como discusiones,
pensamientos negativos, recuerdos desagradables, que a la vez son inútiles para
el progreso y son causa de depresión, o centrarse en un incierto y negativo
futuro, que nos carga inútilmente de ansiedad (Ver artículo El
libre albedrío en la atención plena).
[2] Ver artículo Ver artículo Consciencia y Conciencia
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