Aprovechad los talentos y aumentad vuestra capacidad de ayudar a los demás
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Crome
Comunicación
recibida el 09/02/2021 (extracto
textual de la sesión completa)
Buenas noches, hermanos, que la
paz y el amor de Dios reine en vuestros corazones y que desarrolléis la
capacidad para poder transmitirlo en todas vuestras manifestaciones. Que
vuestra voluntad esté siempre en sintonía con la voluntad de Dios. Que vuestros
objetivos sean los que querría Dios. Que entendáis que seguir el camino del
Padre es siempre sinónimo de la felicidad más profunda que estáis en
condiciones de percibir.
Constantemente os estamos dando
estos consejos, porque la vida la podréis experimentar del modo adecuado si
seguís estos principios tan elementales, tan fáciles de comprender pero que,
con una mente terca, cuesta tanto asimilar. Pero eso es consecuencia de la
ignorancia, porque es preciso que se realice un proceso de pensamiento que sea
capaz de comprender, no es una cuestión única y exclusiva del sentimiento,
porque el sentimiento procede del pensamiento. Y aunque podáis entender que
tenéis intuiciones, que tenéis respuestas automáticas, incluso buenas, debéis
de ser conscientes de que no conocéis en el estado encarnado casi nada de
vuestra experiencia a lo largo de tantas y tantas vidas, y todos los procesos que
tenéis asumidos de forma natural son consecuencia de haber desarrollado esos
valores en toda vuestra existencia previa.
No obstante, es un concepto que
no es necesario que podáis creer en él. Simplemente aprovechad los talentos que
tenéis en esta vida encarnada, aprovechadlos y sacadles el máximo rendimiento.
Pero si queréis profundizar un poco más en ello, podréis comprender que la
justicia de Dios no puede asignar pocos talentos a unos y muchos talentos a
otros. La justicia de Dios es perfecta, y todo lo que se obtiene es
consecuencia de haberlo ganado, porque esa es la voluntad del Padre Eterno, y
esa es la mayor fuente de felicidad que se puede lograr, porque entendemos que
tenemos la libertad absoluta que nos da Dios para poder ser todo lo felices que
estemos dispuestos a ser. Y esa felicidad es consecuencia de todo lo que
apoyéis en el desarrollo de las demás personas, pero entended que solamente
podréis ayudarlas si vosotros tenéis capacidades, por lo tanto, el desarrollo
personal es esencial para poder aumentar vuestra capacidad de ayudar a los
demás. Son dos cualidades que se desarrollan juntas, nunca se desarrollan
separadas. Porque si alguien desea, espera, ayudar a los demás cuando ya se
haya desarrollado, está cometiendo un error, porque no se puede desarrollar
nadie si no lo hace en compañía de los demás, ayudando a los demás. Ese es el
mensaje esencial que se deriva de las enseñanzas del Gran Maestro Jesús, cuando
dijo “desead a los demás lo mismo que deseáis que los demás hagan con vosotros”[1].
[1] “Y como queréis que hagan
los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos”. Evangelio
según San Lucas, 6,31.
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