Hacer oración por quien no lo desea
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Comunicación
recibida el 30/11/2021 (extracto
textual de la sesión completa)
- Si una persona no desea que se le envíe
energía u oraciones ¿tenemos la obligación de respetar estos deseos?
Tenéis la obligación de respetar
su voluntad, su libre albedrío, pero también tenéis la obligación moral de
saber cumplir con la Ley del Amor[1] en este caso también, de tal manera que
podéis seguir pidiendo por esa persona, pero sin necesidad de estar
informándola de ello, porque eso [la energía y las oraciones] no es una
cuestión de esa persona, es una cuestión vuestra. Del mismo modo que si os
encontráis a una persona que se está ahogando y os lanzáis a intentar
socorrerla, no tiene sentido que le preguntéis si realmente quiere que la
ayudéis. De vosotros mismos sale la intención de ayudarla. Igualmente ocurre
con una persona que se encuentra en esta situación que comentas, porque puede
responder así por una cuestión de orgullo, por una cuestión de rencor o de otro
tipo, que no desee la ayuda de nadie, o incluso que sí que la necesite, que sí
que la desee, pero que su orgullo no le permita poder manifestarlo. Entended
que no es una cuestión de esperar a que esa persona pueda responder solicitando
la ayuda. Vosotros tenéis la posibilidad de poder orar por todos los seres. Podéis
orar por vuestros enemigos, y debéis hacerlo, pero eso no necesariamente
implica que les informéis sobre lo que vais a hacer al respecto, porque el
proceso de la oración, en las personas que la rechazan, no les afectará, pero
las personas que emiten esa oración están realizando un gran progreso,
especialmente cuando dirigen esa oración a aquellas personas que pueden
manifestar rechazo, ya sea hacia la oración o ya sea hacia vosotros. Con
vuestra acción, con vuestra actitud, estáis demostrando la humildad que es
necesaria para poder amar a vuestros enemigos, estáis en condiciones de poder
dirigir las peticiones de ayuda, incluso para estas personas de las que me
hablas. Ese es un gran ejercicio de humildad, que permitirá que el orgullo y la
soberbia se vayan disolviendo poco a poco de vuestros corazones.
El libre albedrío garantiza que
las personas que no desean que se les envíe oraciones, que no les llegue, pero
el amor, en este caso manifestado a través de la oración, jamás se pierde, y
puede influir sobre estas personas si tienen algún tipo de intención al
respecto pero, en cualquier caso, influirá sobre vosotros también en el proceso
que Dios marca para todas sus criaturas de evolución incesante en el camino del
amor.
Podéis preguntaros si vosotros
os encontraseis en una situación de ignorancia, si realmente desearíais que las
demás personas pudieran hacer oración por vosotros, incluso aunque vosotros, en
vuestra ignorancia, la despreciaseis. Si entendéis en vuestro nivel de
conocimiento actual, que sería positivo recibir esas oraciones por parte de los
demás, haced entonces a los demás lo que querríais que los demás hicieran por
vosotros.
[1]
Ver artículo La Ley del
Amor (PDF)
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