La evolución del alma
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Crome
Comunicación
recibida el 11/01/2022 (extracto
textual de la sesión completa)
- ¿Puedes hablarnos sobre el alma?
Los conceptos de alma y de
espíritu son equivalentes. Se pueden definir las almas como los espíritus
encarnados, pero siguen teniendo la misma naturaleza y, por lo tanto, al no
existir cambios en el alma, carece de sentido cambiarle la denominación[1].
El alma es la manifestación que
ha creado Dios para un ente evolutivo que le permita desarrollarse de un modo
infinito en el camino hacia él. Este proceso del alma tiene muchas fases, desde
la creación de un modo simple e ignorante como partícula elemental de Dios en
el universo y que sigue un proceso en el que va pasando por experiencias
sucesivas, de tal manera que, en el plano del espíritu, las almas están en un
proceso de aprendizaje, y en los planos de la corporeidad, en los planos
físicos, tienen las oportunidades de poder poner en práctica ese aprendizaje
que van recibiendo. Y cuando llega un momento en el que han superado el plano
encarnado, pasan a otros niveles que podríamos denominar “desencarnadas
permanentemente”, que están fuera del ámbito de vuestra comprensión pero que,
en esencia, os podemos decir que siguen evolucionando del mismo modo que lo
estáis haciendo en el plano en el que os encontráis.
Pero nosotros no tenemos
conocimientos mucho más allá de donde estáis vosotros, porque nosotros tenemos
un poco más de luz que vosotros, pero el proceso infinito que lleva hacia Dios
incluye muchas moradas que nosotros ignoramos, aunque sí sabemos que hay un
momento en el que no es necesaria la reencarnación en el plano físico, tal y
como ahora lo conocéis, pero no sabemos nada más.
Pero el alma, en todo este
proceso de aprendizaje, va evolucionando y adquiriendo mayores niveles de amor
y sabiduría y pudiendo asumir misiones cada vez más complejas,
responsabilidades que el Padre Eterno va asignando de acuerdo a la elevación
espiritual de cada alma, lo cual es un gran estímulo y motivo de felicidad
porque, como ya os hemos dicho en otras ocasiones[2], cuanto más se eleva un
alma, mayor espíritu de servicio tiene a disposición de Dios y, por tanto, el
hecho de que se le asignen misiones es motivo de felicidad.
Pero eso solo ocurre de acuerdo
a las capacidades que se han desarrollado, porque si no se tiene ni siquiera la
disposición de servicio, es imposible que se pueda cumplir con ninguna misión
diferente de la propia evolución personal[3].
Y en esa etapa incipiente,
evolutiva, en el que las almas están aprendiendo a convivir con los demás
hermanos de camino, se manifiestan muchos procesos de egoísmo, que son
necesarios para poder comprender el altruismo. No se puede conocer el bien
mientras no se sea consciente de la ausencia del bien y, por tanto, este
proceso evolutivo, progresivo siempre desde la ignorancia, va adquiriendo cada
vez más capacidades y el desarrollo emocional va asumiendo progresivamente cada
vez más la capacidad de la compasión y del apoyo a los demás, y eso se traduce
en que las sociedades se hacen cada vez más perfectas, donde existe cada vez
menos injusticias, y según van evolucionando las almas, tanto en los planos
encarnados como desencarnados, la experiencia va adquiriendo cada vez más
felicidad, porque existe una disposición, cada vez más creciente, de ayudar a
los demás.
Y este objetivo, que estáis
todavía muy lejos de alcanzar en vuestro planeta, es necesario para que se
puedan producir cambios sustanciales que permitan la paz, la armonía y la
evolución eficiente de las sociedades. Y de acuerdo a cómo evolucionan cada una
de las almas, cuando tienen la oportunidad de encarnar, en el mapa de vida[4]
que se les prepara, se les hace pasar por unas determinadas experiencias
acordes a los objetivos evolutivos que tienen que desarrollar, y por eso son
tan diferentes las experiencias de cada uno de los seres humanos.
Es posible que necesitéis más
aclaraciones, porque el concepto de las almas es muy amplio y según nos vayáis
preguntando, de acuerdo a nuestra capacidad y a la voluntad de Dios, os
podremos ampliar más detalles.
[1] Nota del canalizador: no
obstante, los autores que distinguen el espíritu del alma por su estado
encarnado o no, es un modo de expresarlo, tan válido como si se dijese “alma
encarnada” y “alma desencarnada” o “espíritu encarnado” y “espíritu desencarnado”.
[2] Ver artículos Encontrar
el camino del Padre y Para
ser el primero entre todos.
[3] Ver artículo La misión que
tienen todos los seres evolutivos.
[4] Ver definición de Mapa de la vida.
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