Consejos para una persona con facultades mediúmnicas
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Crome
Comunicación
recibida el 25/01/2022 (extracto
textual de la sesión completa)
Las comunicaciones entre
encarnados y desencarnados deben buscar siempre la perfección, y esa perfección
siempre está dirigida de quien tiene más vibración espiritual hacia quien tiene
menos. Pero, como ya os hemos dicho ya muchas otras veces, lo único que podemos
hacer, tanto en un sentido como en otro, es ayudar a través de los consejos, y
consolar a través de la oración y de la energía que se pueda transmitir, pero
en ningún momento podremos lograr que nadie, encarnado o desencarnado, se
supere a sí mismo si no es por su propia voluntad[1].
Por tanto, quien no está
dispuesto a aprender, en ningún momento le podrán ser de utilidad las
enseñanzas y la ayuda que le podamos prestar, o que tú le puedas prestar,
porque la rechazará. Y hay que respetar esta actitud, porque no se puede elevar
nadie del nivel en el que se encuentra si no cumple con los requisitos de
mérito que le pueden corresponder, y es necesario que sea así, para poder
evolucionar a otros niveles en los que las vibraciones espirituales, o también
llamadas vibraciones morales, están más depuradas. Unas vibraciones en las que
los espíritus que todavía no han alcanzado el nivel de amor y sabiduría
correspondiente, no son capaces de comprender y, por tanto, no lo seguirán del
modo adecuado. Pero en el momento en el que se decide comenzar a realizar
cambios, todos los Hermanos de Luz que estamos asignados para apoyar en ese
proceso, nos disponemos a influir a través de los buenos pensamientos, de modo
que se puedan integrar con los pensamientos positivos de esta persona, y tenga
la capacidad de recibir las soluciones a los problemas, siempre desde el punto
positivo, que es en el nivel del amor. Y aunque las tendencias siguen
existiendo, este impulso positivo permite contrarrestar esas costumbres
erróneas, y facilitan el proceso evolutivo.
Sigue confiando en el amor de
Dios, déjate guiar por tu instinto y permítete ser capaz de percibir las buenas
intenciones de los hermanos espirituales que se aproximan a ti, para poder
vibrar en confianza y permitirles que puedan expresarse, puedan comunicarse
contigo y tú puedas ayudarles, y ellos te puedan ayudar a ti.
[1]
“Todas las personas disponemos de la facultad divina del libre albedrío. La
energía de la oración permite que puedan llegar los impulsos necesarios a las
personas sobre las que dirigimos nuestras oraciones, y que tengan la
posibilidad de poder aprovecharlos, ya sea de un modo consciente o inconsciente”
(fragmento del artículo Cómo podemos orar para ayudar a las personas).
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