Cómo acompañar y apoyar a los demás en el dolor

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Comunicación recibida el 20/04/2022 (extracto textual de la sesión completa)

 

-       Querido Dios, inteligencia y amor supremos, que nos has creado con la finalidad de seguir el camino hacia ti, de poder entender tu voluntad, de poder formar parte de tu realidad, te pido que me ayudes para poder entender cómo poder estar compartiendo la experiencia del sufrimiento de otras personas, cómo poder apoyarlas, darles ánimo.

 

Querido hermano, ante esta petición, te transmitimos la luz que poseemos[1].

 

Tener compasión por las personas es sentir el dolor y el sufrimiento que experimentan, percibirlo de un modo claro. Pero debéis entender que no se puede ayudar más allá de lo que cada cual puede ayudarse a sí mismo. No podéis ayudar más allá de vuestra sabiduría, de vuestra capacidad. Por ello, sentir el sufrimiento de los demás es un modo de comprenderlos, pero eso no implica que tengáis que sufrir, lo que es necesario es que estéis en las mejores condiciones, para poder apoyarles, para poder trasladarles con vuestro ejemplo, una salida a ese sufrimiento mediante la comprensión del propio sentimiento. Porque cuando el alma está compungida, no existe ninguna frase que realmente permita solucionarlo. En la mayor parte de los casos se trata de heridas que solo la atención y el tiempo pueden curar, y vuestra presencia, vuestro apoyo, vuestra comprensión, vuestro ánimo, vuestras sonrisas, vuestro optimismo, podrán ser luces que permitan salir de la oscuridad a estas personas.

 

La gran ayuda que les podéis dar es comprenderlas, es transmitirles el sentimiento por el que están pasando, que es un proceso natural, y que vosotros estáis dispuestos a apoyarles en todo lo que sea necesario. Y la ayuda no consiste en hacer las cosas por los demás, sino en ayudarles en todo aquello que veáis que son capaces de hacer. Pero hay cosas que no podrán, y en ese caso sí que es importante aportarles esa ayuda. Actuad desde el amor, actuad como querríais que los demás actuasen con vosotros en una situación similar. Transmitid la comprensión y tended la mano, intentando comprender la capacidad de respuesta que puedan tener, porque en muchas ocasiones, el dolor no permite entender con claridad las realidades, y es mejor insistir ante la duda en los ofrecimientos que mantener una orgullosa actitud, porque solo a través de la humildad se puede llegar al corazón de las personas.

 

Comprender esta máxima os permitirá entender la importancia que tiene mantener esta actitud humilde en toda experiencia de la vida, incluso con vosotros mismos, porque la perfección solo reside en Dios, porque la verdad es un proceso infinito de evolución, y todo lo que no comprendáis en este momento, si mantenéis una actitud de atención y de intención, se os podrá desvelar cuando sea oportuno.

 

Por eso, aunque existan reacciones que os puedan parecer inadecuadas o negativas, entended que una persona que sufre es una persona que no reacciona del modo más adecuado, pero que es la forma en la que puede en este momento. No puede aportar su mejor versión porque está limitada por el dolor, y si transmitís amor y comprensión, estáis dándoles la fuerza que necesita. Tendedle la mano, como os he dicho, y entenderéis el sufrimiento desde un punto de vista mucho más amplio y profundo, para poder participar en su resolución, para poder contribuir y ayudar a avanzar en el camino.

 

[1] Nota del canalizador: el hecho de pedir a Dios no implica que sea Dios el que conteste, sino los seres que se encuentran en la infinita cadena que nos va uniendo y que marca el camino de amor y sabiduría que nos va aproximando hacia Él. En mi caso, mis Maestros Espirituales me transmiten, de acuerdo a sus capacidades y a la información que estoy en condiciones de poder comprender. Cada alma se encuentra en su momento evolutivo, y las enseñanzas nunca son útiles para todos. Por tanto, que cada cual aproveche lo que pueda y desee de todo lo que le llega en la vida. Ese es el camino.

 

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