La responsabilidad que tiene el conocimiento. Conciencia y consciencia

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Comunicación recibida el 12/04/2020 (extracto textual de la sesión completa)

 

Las personas ignorantes cometen errores que no se les tiene en cuenta, porque no entienden que están haciendo mal. Son inconscientes, pero son, también, ausentes de conciencia. No tienen ni consciencia ni conciencia, del bien y del mal que causan y, como consecuencia de ello, no existe una intención verdadera en uno u otro sentido y, por lo tanto, no hay ni castigo ni recompensa por ello[1]. Pero según vamos evolucionando, empezamos a comprender, y cuando ya conocemos el significado del bien y del mal, adquirimos una responsabilidad diferente, porque aquello que nos ocurre podemos valorarlo de acuerdo a unos criterios adecuados que están grabados en nuestra conciencia y, por tanto, los errores tienen mayor responsabilidad, así como las decisiones y las reacciones.

 

Sed conscientes de que vuestra evolución está íntimamente vinculada a vuestra responsabilidad y que cada vez que cometáis conscientemente cualquier falta, debéis entender la importancia y la necesidad que tiene que se corrija y que se paguen las consecuencias del daño provocado. Este desarrollo de la conciencia está totalmente vinculado a la consciencia, al conocimiento de lo que nos ocurre. Ya dejamos de ser autómatas, ya nuestras decisiones adquieren valor y estamos en condiciones de entender los errores que cometemos y, con ello, poder rectificar, porque rectificar es evolucionar, porque descubrir es evolucionar, porque aprender es evolucionar. Y la rectificación, el descubrimiento y el aprendizaje nos hacen aumentar nuestra responsabilidad en todas las vibraciones que emitimos, ya sea a través de los pensamientos, los sentimientos o los actos.

 

[1] Nota del canalizador: puede no haber castigo, pero sí que hay consecuencia, de acuerdo con la Ley de Causa y Efecto.

 

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