Las Leyes Divinas (y 3). Leyes derivadas de la Ley del Amor

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Comunicación recibida el 21/06/2022 (extracto textual de la sesión completa)

 

La Ley del Karma[1] puede dividirse en muchas otras. En esencia, se basa en comprender que, de acuerdo a nuestros hechos, serán nuestras consecuencias. De lo que sembremos, recogeremos. Esta es la Ley esencial que permite dirigir nuestros actos de acuerdo a la Ley del Amor.

 

La Ley de Afinidad muestra que los seres parecidos se atraen, de tal manera que cuando se quiere evolucionar, es necesario realizar cambios, y eso implica dejar por el camino determinados vínculos que ya no forman parte de nuestra realidad.

 

La Ley de Compensación está muy vinculada a la Ley del Karma. Consiste en que es necesario que todos los errores que se cometan, se deban reparar, porque de poco sirve arrepentirse si no se produce la reparación de los daños producidos. Y si no se tiene oportunidad de hacerlo por las circunstancias de la vida, hay que mantener una actitud de devolver diez por uno de todo lo que hagamos y de todo lo que recibamos. Actuando así, se está contribuyendo a que vaya evolucionando la sociedad en la que cada cual vive, porque se convierte en un punto de luz que pueden seguir los demás, si lo desean.

 

La Ley de Sincronicidad es consecuencia de los procesos en los que participan los Guías Espirituales[2], para que se produzcan determinados eventos en las vidas de los seres encarnados, de tal manera que se producen los contactos en un determinado momento y lugar, para poder facilitar que se pueda originar la experiencia correspondiente.

 

La Ley de Vibración nos muestra que, en plano sutil, que el plano eterno, infinito, espiritual, se produce una afinidad entre los espíritus que tienen un nivel vibratorio similar, y gracias a ese nivel vibratorio, cada grupo de espíritus se mantiene en una franja en la que solamente contactan con los que son similares a ellos, lo cual se convierte en una oportunidad de experimentar felicidad para los espíritus elevados, y una enseñanza para los espíritus ignorantes.

 

Así, se pueden definir muchas otras Leyes, si se desea, para poder expresar cómo funcionan los planos encarnados y desencarnados, pero no dejan de ser formas que tienden a poder satisfacer una necesidad de explicación de la realidad, y eso depende en gran medida, de cada una de las personas que desean dar esta explicación.

 

[Ver la Ley de Justicia en el artículo La búsqueda de la verdad]

 

Analizad esta clasificación y profundizad en las realidades de la experiencia de la vida.

 

[1] También denominada Ley de Causa y Efecto.

[2] Ver El Guía Espiritual en el proceso de evolución

 

Otros artículos de esta colección:

Las Leyes Divinas (1)

 

Más información:

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