Dios no tiene prisa con nuestra evolución

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Comunicación recibida el 29/07/2022 (extracto textual de la sesión completa)

 

El tiempo no existe para Dios. Dios no tiene prisa, y por eso nos da a todos los seres evolutivos el libre albedrío, para poder tomarnos el tiempo que necesitamos, para pasar por todas las fases que permiten la evolución.

 

Ya os hemos dicho en otras ocasiones que cumplir con la voluntad de Dios tiene como consecuencia, como resultado, la felicidad, y alejarse tiene como resultado el sufrimiento[1]. Cuanto antes se van aprendiendo las lecciones que la vida nos ofrece, más felicidad vamos acumulando, menos sufrimiento experimentamos. Y gracias a este proceso, Dios nos está mostrando constantemente cuál es el camino. De ahí la importancia del despertar de nuestra consciencia, para hacernos dueños de todos nuestros procesos y, en lugar de actuar de un modo inconsciente, tomemos el timón de nuestra vida, y la dirijamos de acuerdo a lo que nos marca el Padre Eterno.

 

[1] Ver artículo La saturación del sufrimiento.

 

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