La ayuda a través de la oración (4). Respetar la voluntad de la persona hacia la que se emiten oraciones
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Comunicación
recibida el 25/09/2022 (extracto textual de la sesión completa)
Siempre debe respetarse la
voluntad de la persona hacia la que se emiten oraciones, del mismo modo que
siempre se debe respetar la voluntad de las personas a las que se les presta
cualquier otro tipo de ayuda. Y del mismo modo, tenemos que escuchar a nuestro
Yo interno, que forma parte también de nuestra realidad, de modo que, si
sentimos el impulso de prestar ayuda de forma anónima, sin conocimiento por
parte de la persona que lo necesita, nuestro nivel de sabiduría nos permitirá
tomar una serie de decisiones más o menos acertadas que puedan contribuir a su
progreso[1].
[1] Nota del canalizador:
respetar la voluntad de la persona que no desea recibir oraciones puede
traducirse en abstenerse de hacerlas o hacerlas de forma anónima, siempre de
acuerdo con lo que nos dicte la conciencia.
“Es
necesario entender que alguien puede estar pasando por una situación
desoladora, y no se encuentra en condiciones siquiera de mostrar agradecimiento
ante las ayudas que recibe. Pero la aportación que podamos hacer siempre
contribuirá a darle oportunidades de entender el camino del bien. Por lo tanto,
no desfallezcáis en la caridad, porque es la gran oportunidad que damos a los
demás para dirigir su mirada hacia Dios, y poderle decir ‘gracias’” (extracto
del artículo La caridad
(1). Qué es).
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