La ayuda a través de la oración (y 8). Cuando una persona se encuentra desesperada

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Comunicación recibida el 25/09/2022 (extracto textual de la sesión completa)

 

Cuando una persona se encuentra desesperada, cuando ha llegado a los límites de su capacidad, toda la soberbia, todo el orgullo, toda la vanidad se desvanecen, y aparece la humildad por desesperación, que es un proceso transitorio, es una lección que aporta la vida, pero no es un aprendizaje hasta que la persona sea capaz de mantener dicha humildad incluso cuando no existe la necesidad. Por eso, los actos pueden tener muchas motivaciones diferentes, y un mismo acto puede estar originado por el altruismo o por el egoísmo. Y si deseamos convertirnos en jueces de los demás, enseguida podremos comprender los errores que podemos cometer, porque solamente por los hechos externos, nosotros no somos capaces de garantizar las motivaciones que han impulsado a la persona a actuar de ese modo y, por tanto, es imposible que podamos definir con claridad todos los procesos internos que han movido a esa persona a actuar de ese modo. Por eso, nuestro Gran Maestro Jesús nos demostró, de un modo perfectamente claro, cómo amar a los que nos odian cuando, colgado en la cruz, pidió al Creador que los perdonase, porque no sabían lo que hacían[1]. Y ese es el camino, es la verdad y es la vida[2], si seguimos el ejemplo que nos mostró el Gran Maestro Jesús, será el modo en el que podemos llegar al Padre. Porque solo podemos ir hacia el Padre a través del ejemplo que nos dio el Gran Maestro Jesús, la gran enseñanza que siempre nos permitirá ponerla en práctica en cada momento de nuestra vida.

 

[1] Evangelio según San Lucas 23,34.

[2] Evangelio según San Juan 14,6.

 

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