Pedir y agradecer en las oraciones y en las experiencias

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Comunicación recibida el 24/05/2020 (extracto textual de la sesión completa)

 

Lo más importante a valorar en una petición es el objetivo de la misma, cuál es la intención que se tiene. Ya se haga la petición a Dios o a cualquier ser elevado, será atendida de acuerdo a esa intención. Así, si la petición es egoísta, la podrá responder un espíritu egoísta, pero si es humilde, sincera y necesaria, la respuesta vendrá del espíritu que esté en condiciones de poder ayudarnos realmente.

 

Hay personas que tienen la capacidad de recibir la respuesta en forma de un mensaje, que lo oyen como si estuviese hablando a su oído. A otras personas les llega como un pensamiento, como una idea que les ilumina y les permite descubrir, sorprendidos, cuál es la solución al problema. Pero en la mayoría de los casos es la propia vida la que nos muestra la respuesta por medio de determinados detalles.

 

Por tanto, no desfallezcáis si estáis pidiendo y no observáis la respuesta inmediata. Escuchad a la vida, ella os responderá. Y agradeced, agradeced siempre, porque si la respuesta os llega enseguida, debéis agradecer porque habéis recibido una ayuda inmediata. Si tarda en llegar la respuesta, agradeced, porque tras tener la oportunidad de meditar y no encontrar la respuesta, os viene dada, ya sea a través del pensamiento, ya sea a través de la experiencia de la vida.

 

Y si no encontráis respuesta, y si no existe solución de veáis a ese problema que tengáis, agradeced, porque tenéis la oportunidad de actuar con aceptación, con humidad. Porque la aceptación agradecida es, en muchas ocasiones, la clave que busca Dios para entender que estáis en su camino.

 

Entended que la vida física es una chispa en toda la eternidad, y que los dolores del momento, en cuanto pasan, no dejan de ser un recuerdo que nos puede servir como gran maestro, y que el aprendizaje teórico lo podéis adquirir tanto en el plano físico como en el plano desencarnado, pero la experiencia ante la adversidad solamente está presente en el plano físico.

 

Por tanto, agradeced las oportunidades, porque sin oportunidades no habría progreso.

 

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El agradecimiento