El uso de las palabras “parábola” y “metáfora”
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Comunicación
recibida el 05/02/2023 (extracto
textual de la sesión completa)
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¿Puede ser
útil utilizar la palabra “parábola” en entornos de espiritualidad, o es mejor
“metáfora”?
Cuando se expresan ideas, es
importante entender a las personas a las que se dirigen estas palabras. Hay
personas que en el plano de la espiritualidad se encuentran en un nivel de
fascinación, y podíamos denominar también de radicalización, en el que todas
estas palabras, se podría decir que “resuenan mucho en ellas”. Hay otras
personas, sin embargo, que son altamente refractarias, que rechazan este tipo
de palabras. De acuerdo al conocimiento que tengáis sobre las personas a las
que os dirigís, la prudencia os tiene que permitir elegir el modo de expresaros
y, cuando no disponéis de suficiente información, esa prudencia debe buscar
utilizar el lenguaje más neutro posible, porque cualquier prejuicio puede
lograr que quede bloqueada esa persona ante la información que le vayáis a
aportar, y ese bloqueo no solamente le servirá para no ser capaz de comprender
la información que podéis aportarle, sino que, en oportunidades futuras,
próximas o lejanas, también podrá sentir ese rechazo ante esa información.
Porque los prejuicios formar parte de la esencia del ser encarnado, es una gran
herramienta que tiene para facilitar su supervivencia, pero también es un
obstáculo que debe superar para poder abrirse a nuevas informaciones que puedan
hacerle evolucionar. Porque todo en la vida tiene su parte positiva y su parte
negativa, su parte de luz y de oscuridad.
Aprovechad cada uno de los
elementos que forman parte de vuestra realidad y seréis capaces de seguir
evolucionando de un modo rápido. Por eso, a la hora de elegir palabras, buscad
aquellas que permitan que sean comprendidas de un modo sencillo por la máxima
cantidad de personas.
Vuestras palabras, si tienen
transcendencia, podrán ser repetidas por otras personas. Buscad que las
explicaciones sean claras, que sean breves, en lo posible, y que os permitan,
tanto a vosotros como a las demás personas, ponerlas en práctica, porque esa es
la mejor forma de poder consolidad cualquier información.
El concepto de parábola se
adjudica, prácticamente siempre, a los mensajes que el Maestro Jesús aportaba
en sus enseñanzas, pero esas parábolas son exactamente lo mismo que las metáforas.
Podéis elegir cualquiera de ellas, pero entended que cada vez que utilicéis la
palabra “parábola”, existe la posibilidad de rechazo por determinadas personas.
Entended cuál es el objetivo
que perseguís, y seréis capaces de discriminar y de tomar las decisiones que os
corresponden, porque ya sabéis que nosotros no podemos tomar las decisiones por
vosotros, solamente os aconsejamos, de acuerdo a nuestro siempre limitado nivel
de sabiduría, y es así cómo nosotros entendemos que nosotros haríamos.
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