La liberación de los prejuicios en la evolución de las personas y de las sociedades
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personales del transcriptor del 09/03/2025
Hasta
los albores del siglo XX, las mujeres eran ignoradas y tuvieron que luchar por
ser escuchadas. Actualmente todavía continúa el esfuerzo por este
reconocimiento. Estoy convencido de que llegará un día, y espero que sea
pronto, que ya no sea necesario explicar que mujeres y hombres no tenemos
cualidades diferenciadas en nuestra esencia, y que el esfuerzo, el mérito y la
capacidad, cuando son guiadas por la sabiduría del amor, son las cualidades que
dan el verdadero valor a las personas, independientemente de que sean hombres o
mujeres, jóvenes o ancianos, de una raza u otra, con unas u otras etiquetas
sociales, religiosas, etc. Desecharemos la apariencia y comenzaremos a ver la
esencia.
Somos
espíritus inmortales que pasamos por experiencias encarnadas, unas veces con un
cuerpo, otras veces con otro, en cada ocasión en diferente entorno social,
cultural, religioso, histórico, experiencias sucesivas que nos dan
oportunidades de comprender, poco a poco, paso a paso, la inmensa y maravillosa
realidad de la Creación.
Cada
vez que nos enfrentamos a nuestros prejuicios tenemos la oportunidad de poder
hacernos conscientes de las lecciones evolutivas que nos presenta la vida, y en
la actual era de la información, nuestras oportunidades de comprensión mental y
espiritual se han multiplicado.
Si nos atrevemos a hacer el ejercicio diario de agradecer la vida tal como es, con sus alegrías y con sus enseñanzas, podremos observar la oscuridad de nuestros errores que siguen surgiendo en la luz de nuestra sabiduría, y también la luz el aprendizaje que va creciendo desde la oscuridad de nuestra propia ignorancia, pero ya lo haremos desde la comprensión y la aceptación de que estamos en una escuela de almas, que las equivocaciones son maravillosas oportunidades evolutivas, y que podemos transformarnos momento a momento, desarrollando la consciencia de que somos partículas creadas por la Causa Primera, y que todos necesitamos de todos y de todo, y todos nos ayudamos a todos en esta infinita escuela evolutiva de amor universal, el camino desde Dios, en Dios y hacia Dios.
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